Comprender cómo interactúan las diferentes generaciones con los catálogos impresos y digitales es crucial para desarrollar estrategias omnicanales eficaces y comprender la evolución del comportamiento de los consumidores. Este artículo explora las principales ideas de Encuesta de compradores europeos de iPaper, destacando las distintas preferencias y comportamientos de los distintos grupos de edad. Al examinar estas interacciones, los minoristas pueden adaptar mejor sus enfoques para satisfacer las necesidades de su diversa base de clientes.
Los catálogos impresos siguen siendo una herramienta valiosa para muchos consumidores. Según la encuesta, al 77% de los baby boomers les gusta usar folletos impresos para planificar sus viajes de compras en casa y, generacionalmente, es más probable que los usen para este propósito, en comparación con solo el 63% de los usuarios de la generación Z. Por el contrario, la generación Z lidera el uso de folletos impresos en las tiendas, con un 28%, en comparación con solo el 11% de los baby boomers.
Esto podría indicar que los baby boomers prefieren la preparación y la familiaridad con los métodos tradicionales, mientras que la generación Z es más exploratoria y decide su camino a medida que avanzan, utilizando los recursos disponibles en tiempo real. Además, esto podría indicar un mayor deseo de interactividad durante su proceso de compra en la tienda.
Independientemente de si el catálogo es impreso o digital, de todas las generaciones muestreadas, la generación Z usa consistentemente el formato de catálogo que menos utiliza. Los catálogos digitales ocupan los primeros puestos en general, con el fin de mantener a los compradores informados sobre las ofertas, los precios y los productos, mientras que los catálogos impresos ocupan los primeros puestos por servir de inspiración para qué productos comprar.
Los catálogos digitales se destacan por proporcionar información actualizada, interactiva y con capacidad de búsqueda, lo que los hace ideales para mantenerse informado sobre ofertas y precios. Por el contrario, los catálogos impresos ofrecen una experiencia de navegación táctil, visualmente atractiva y cuidada que es ideal para inspirarse. Las preferencias de las diferentes generaciones reflejan su familiaridad y comodidad con cada medio, lo que influye en la forma en que utilizan los catálogos en sus procesos de compra.
La generación Z generalmente usa más canales que las generaciones anteriores. A menudo interactúan con las marcas a través de varios canales, como aplicaciones, redes sociales y sitios web, lo que puede reducir su uso de catálogos digitales independientes.
El uso de las redes sociales por parte de la generación Z también es mucho más pronunciado que el de las otras generaciones.
Esto podría indicar que las generaciones más jóvenes podrían priorizar el descubrimiento a través de las redes sociales y las comunidades en línea en lugar de los catálogos digitales más estructurados de forma clásica.
Curiosamente, los baby boomers clasificaron todas las funciones de los catálogos digitales como menos beneficiosas en comparación con la generación Z, la generación del milenio y la generación X.
Si bien estos hallazgos destacan que las preferencias pueden variar ligeramente de una generación a otra, existe un denominador común: valorar la información detallada y la navegación eficaz en las experiencias de compra digital.
Para que los catálogos digitales sean eficaces, deben incorporar funciones que se adapten a estas generaciones. El contenido interactivo, como los vídeos y las vistas de 360 grados de los productos, junto con las recomendaciones personalizadas, son muy valorados. Estos elementos no solo mejoran la experiencia del usuario, sino que también impulsan las tasas de participación y conversión.
Sin embargo, existe una brecha generacional notable en el valor percibido de las funciones digitales. Los baby boomers suelen infravalorar las funciones de los folletos digitales en comparación con los millennials y la generación Z. Si bien las generaciones más jóvenes se sienten atraídas por la interactividad y la personalización, los baby boomers pueden encontrar estas funciones menos atractivas y, a menudo, prefieren experiencias digitales más sencillas y directas.
Curiosamente, la generación Z no le da mucha importancia a las funciones compatibles con dispositivos móviles y siempre en línea. Para ellos, lo más probable es que estas características sean esperadas, en lugar de ser vistas como beneficios adicionales.
Comprender estas preferencias generacionales es fundamental para los minoristas que desean perfeccionar sus estrategias omnicanales. Estas son algunas de las principales conclusiones:
Los minoristas deben reconocer y adaptarse a las distintas preferencias de las diferentes generaciones con respecto a los catálogos impresos y digitales. Al aprovechar estos conocimientos, pueden crear estrategias omnicanales más eficaces que se adapten a los comportamientos de compra únicos de cada grupo de edad. Este enfoque no solo mejora la satisfacción del cliente, sino que también impulsa las ventas y la lealtad a la marca en un mercado cada vez más competitivo.
Al adoptar los puntos de contacto tradicionales y digitales, los minoristas pueden asegurarse de satisfacer las necesidades de todos sus clientes, optimizando así la experiencia de compra general y logrando un mayor éxito empresarial.